Visita a una loca

Y la cordura loca.
Cervantes

Aquella loca se creía que era
la Virgen ya madura, se creía
que en el establo de Belén un día
dio a luz más luz, para que el mundo viera.

¡Suplido amor, cordura verdadera…!
Su solo hijo, la flor de su alegría,
cayó a balazos, una noche fría,
a la edad del Señor, en la trinchera.

La loca ofreció a todos frutas, vino,
y contó historias del rapaz divino,
pérdidas bellas y primeros pasos.

Luego, viendo que el vino se acababa,
entró en un cuarto donde nadie entraba,
llamó a su hijo y le tendió los vasos.